¿Boleta o factura? Qué régimen tributario te conviene según tu negocio en Chile

Si estás comenzando un negocio o ya estás vendiendo productos o servicios en Chile, seguramente te has hecho esta pregunta: ¿Debo emitir boleta o factura? ¿Y qué régimen tributario me conviene? Estas dudas son más comunes de lo que piensas, y es clave resolverlas correctamente desde el inicio para evitar errores, multas o pagar impuestos innecesarios. En este artículo te explicamos, en un lenguaje claro y práctico, cuál es la diferencia entre boleta y factura, cómo elegir entre los distintos regímenes tributarios disponibles y qué factores debes tener en cuenta según el tipo de negocio que tienes.

Partamos por lo más básico: **la diferencia entre boleta y factura**. Ambos son documentos tributarios que acreditan una venta, pero tienen usos distintos. La boleta está dirigida al consumidor final y no permite recuperar IVA. Es común en comercios minoristas, servicios a personas naturales o freelancers. La factura, en cambio, se emite cuando tu cliente es una empresa o persona que necesita crédito fiscal, y sí permite recuperar el IVA. Entonces, si vendes a otras empresas o prestas servicios a personas con iniciación de actividades, probablemente deberás emitir factura.

Ahora bien, para emitir boletas o facturas necesitas tener iniciación de actividades en el Servicio de Impuestos Internos (SII), y al momento de hacerlo, deberás elegir un **régimen tributario**. Este define cómo se calculan tus impuestos, qué tipo de contabilidad debes llevar y qué beneficios puedes obtener. En Chile, los principales regímenes para pequeñas y medianas empresas son:

1. **Régimen Pro Pyme General**: Está diseñado para empresas con ingresos anuales hasta 75.000 UF. Permite llevar una contabilidad simplificada, calcular impuestos sobre la base de renta efectiva, y acceder a una tasa reducida de Impuesto de Primera Categoría (10% hasta 2025). Es ideal para pymes formales que quieren mantener orden contable, emitir facturas y crecer en el tiempo.

2. **Régimen Pro Pyme Transparente**: Similar al anterior, pero aquí no pagas impuesto como empresa, sino que los ingresos se atribuyen directamente a los socios o dueños. Es conveniente para negocios pequeños o familiares, donde no hay reinversión de utilidades. Es importante tener claro que los socios tributan en su Global Complementario aunque no hayan retirado utilidades.

3. **Régimen General Semi Integrado**: Este aplica principalmente a empresas más grandes o con estructuras complejas. Implica llevar contabilidad completa y tiene una tasa del 27%. No suele ser recomendable para emprendedores o pequeñas empresas, salvo casos específicos como sociedades anónimas o empresas con múltiples socios no residentes.

Entonces, ¿cómo saber cuál régimen te conviene? El primer criterio es el tamaño de tu negocio. Si estás empezando, vendes menos de $100 millones al año y tu estructura es simple, el **régimen Pro Pyme Transparente** puede ser una excelente opción. Si proyectas reinversión, crecimiento sostenido o necesitas financiamiento, el **Pro Pyme General** te da más herramientas de gestión. Si tienes varios socios, inversionistas o un modelo más sofisticado, podrías analizar el Régimen General.

Otro factor a considerar es tu **rubro o tipo de cliente**. Si vendes servicios a consumidores finales (como estética, clases, reparaciones), es probable que con boletas electrónicas estés cubierto. Pero si trabajas con empresas (por ejemplo, diseño web, marketing, asesorías), necesitarás emitir facturas para que tu cliente pueda usar ese gasto como crédito fiscal. Y para facturar, deberás tener tus datos actualizados en el SII, usar software autorizado y cumplir con las obligaciones mensuales como el Formulario 29.

Un error común es iniciar actividades como persona natural con boletas y seguir así por años, sin formalizar ni cambiar de régimen, perdiendo beneficios y oportunidades. Muchas veces, por miedo o desconocimiento, los emprendedores postergan la formalización sin saber que podrían estar ahorrando dinero, ordenando sus impuestos y accediendo a fondos, licitaciones y alianzas comerciales que exigen formalidad.

Por eso, **es fundamental contar con una asesoría contable experta** que te guíe desde el principio. Elegir el régimen equivocado puede hacer que pagues de más, pierdas beneficios tributarios o enfrentes observaciones del SII. En cambio, con una buena planificación, puedes optimizar tus impuestos, mantener tu negocio ordenado y dedicarte 100% a crecer.

En resumen, la decisión entre boleta o factura y el régimen tributario adecuado depende de múltiples factores: tu rubro, el tipo de cliente, tus ingresos, tus proyecciones y tu estructura legal. No es una decisión que debas tomar a la ligera ni solo. Si tienes dudas, contáctanos. Nuestro equipo te orientará paso a paso, para que tomes la mejor decisión para tu negocio, evites errores y avances con seguridad en el camino del emprendimiento formal.

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